Evaluación del potencial

Análisis y evaluación del potencial de los empleados mediante sus capacitaciones

Sin duda, la situación del mercado de la formación en la mayoría de los países de Europa Central y del Este se ha visto influenciada por su adhesión a la Unión Europea. La creación de numerosos programas, así como los fondos dedicados de la propia Unión Europea, intensificaron las actividades formativas, abrieron perspectivas completamente nuevas y, al mismo tiempo, permitieron equiparar el acceso a los conocimientos y a las habilidades a lo que, durante años, ya existía en el mundo occidental.

 

La dinámica del mercado de la formación

Es evidente que el mercado de la formación no puede permanecer ni quieto ni indiferente ante las necesidades de los clientes, y es por ello que se ha observado una profunda transformación en los últimos años. A raíz de esto, las crecientes expectativas de los empleados y empleadores hacen que la oferta de capacitación, presentada por los proveedores disponibles en el mercado, esté sujeta a cambios constantes, tanto en lo que se refiere al enfoque de los contenidos como en lo que respecta a las herramientas utilizadas.

El modelo clásico de formación, basado en los materiales y contenidos estandarizados, que ofrecía cualificaciones tradicionales, ha sido definitivamente superado por la fórmula moderna de desarrollo de competencias especializadas. Y es que, el potencial innovador de las organizaciones modernas, su capacidad para sobrevivir en un mercado competitivo y cambiante como el actual, así como el establecimiento de una posición sólida con vistas a futuro, se evidencian en la calidad de su capital humano y de su conocimiento.

El uso de métodos efectivos y eficientes para mejorar las habilidades de los equipos, es uno de los retos más importantes a la hora de construir las estrategias comerciales de las empresas actuales. Lo que sin duda puede considerarse un hito, es la creación hábil de las actitudes de los empleados gracias al uso de métodos ajustados a la naturaleza de la organización. Por lo tanto, el impacto real en el cambio de su comportamiento tiene un valor esencial.

 

El enfoque de las necesidades formativas

Las necesidades de formación existentes actualmente en países como España, muestran que la formación en términos de experiencia, servicio al cliente y técnicas de venta, así como las habilidades orientadas al entorno de las IT, son de gran interés para los empleadores. De igual manera, las conocidas habilidades del futuro, donde prevalece el liderazgo ágil, la solución creativa de los problemas, la agilidad al cambio, el aprendizaje ágil y la inteligencia emocional; se posicionan como fundamentales a la hora de afrontar el futuro incierto y cambiante al que nos enfrentamos hoy en día.

Al mismo tiempo, con la esperada recuperación económica y el crecimiento de la conciencia empresarial, la visión del directivo también está cambiando, donde las competencias relacionadas con la gestión de equipos, son hoy de vital importancia.

No podemos olvidar cómo es la mentalidad de los jóvenes trabajadores hoy en día, que esperan un enfoque más personalizado; ya que nos encontramos cada día con conceptos relacionados con la gestión del talento, el desarrollo individual y la planificación profesional personalizada. Esto significa que, además de los entrenamientos orientados a los equipos, debemos incluir dinámicas dirigidas a los individuos. Especialmente para aquellos que son altamente ambiciosos, con grandes expectativas, pero también extremadamente valiosos para la organización.

 

Coaching: hacia el enfoque individual del empleado

Hace tiempo, el coaching solo estaba disponible para algunos elegidos y se implementaba casi en exclusiva para los altos ejecutivos. Hoy en día, se usa cada vez más, no solo con fines de desarrollo personal, sino también para construir una experiencia común entre personas que comparten objetivos comerciales. El coaching de equipos, sin embargo, no se refiere al desarrollo de una solución única para todos los miembros del equipo, sino que consiste en otorgar un enfoque individual para cada uno de ellos. Este método para mejorar las habilidades se está volviendo cada vez más popular entre los patrocinadores de los programas de capacitación. Además, la entrada de nuevas generaciones al mercado laboral, constituye un verdadero desafío tanto para los empresarios como para las empresas formadoras.

Las expectativas específicas, la experiencia previa y el acceso universal al conocimiento; han planteado los requisitos que tiene que tener la oferta formativa. Además, recordemos que la necesidad de adaptar los métodos y las herramientas al vertiginoso avance tecnológico es el pan de cada día para la formación de las empresas. El clásico trabajo de equipo con el coordinador, no es suficiente. Actualmente, los coordinadores deben tener en cuenta el hecho de que su conocimiento y la información proporcionada online, serán revisados y verificados regularmente durante la dinámica.

 

Elementos clave del proceso de formación

Por un lado, existe una creciente concienciación por parte de los responsables de la toma de decisiones empresariales acerca de la vital importancia del capital intelectual de la organización. Por otro lado, la organización y ejecución de la formación puede no ser suficiente. Lo que importa es la eficiencia, el impacto real de la formación en la mejora de los resultados económicos de la empresa.

Para los coordinadores, significa que además de su capacidad para formar, tienen que estar preparados para el análisis continuo de la eficacia de su trabajo. Gracias a ello, y como parte de la política de formación en la empresa, se construye un compromiso de todas las partes involucradas con el fin de asegurar el retorno de la inversión, logrando un impacto real en el desempeño de los trabajadores y al mismo tiempo, en el desempeño de la empresa. En definitiva, el mercado de la formación está cambiando y evolucionando rápidamente. Esto se debe a la necesidad constante de adaptación de la oferta a las expectativas marcadas por los socios y por el entorno empresarial. De esta forma se incrementa la competitividad, lo que afecta directamente a la calidad de los servicios formativos.